La saliva es un líquido incoloro, transparente, algo viscoso, insípido, inodoro y muy acuoso, que se produce en las glándulas salivales mayores (parótidas, sublinguales y submandibulares) y en las menores (por toda la cavidad oral).
Su volumen normal varía de 500 a 1500ml en 24 horas.
Su principal componente es agua (99%) y sustancias orgánicas e inorgánicas en disolución.
En este líquido se encuentran microorganismos, células descamativas, restos de alimentos, etc.
Entre sus componentes orgánicos tenemos proteínas, aminoácidos, urea, ácido úrico, glucosa, etc. Y en los inorgánicos tenemos sodio, potasio, calcio, cloro, fosforo, flúor, bicarbonato.
La saliva contribuye a mantener la integridad de los tejidos, prepara la ingesta y la digestión de los alimentos, lubrica las mucosas, contrarresta la acidez de algunos alimentos y la necesitamos para hablar.
La saliva se usa como elemento diagnóstico en diferentes enfermedades, para determinar el riesgo de cáncer oral o como determinación genética del ADN. En la actualidad hay pruebas salivares para determinar multitud de enfermedades sistémicas, presencia de bacterias en caries y enfermedades periodontales.
Falta o reducción de saliva: sequedad de boca, xerostomía, hiposalivación.
La sequedad de la boca se da con frecuencia y sobre todo en edades avanzadas.
Hay muchas causas, entre ellas: deshidratación, ingesta insuficiente de líquidos, problemas de masticación, disfunción glandular, alteraciones del sistema nervioso central, fármacos, drogas, tabaco, obstrucción glandular, tratamientos oncológicos, hablar mucho en público, diabetes, enfermedades infecciosas, etc.
Las manifestaciones clínicas pueden ser: dificultad masticatoria, deglutoria, fonatoria, trastornos del gusto, síndrome de ardor bucal, alteración de la flora oral, caries agresivas, problemas periodontales, infecciones bacterianas, fúngicas, víricas, ulceras, halitosis, labios secos y agrietados, también problemas de sequedad en los ojos y otras mucosas del organismo.
El tratamiento, dependiendo del grado de afectación, puede ir desde:
- Mascar chicle sin azúcar que contengan xilitol (estimula la secreción salival). El xilitol és un alcohol del azúcar natural que se encuentra en frutas y verduras. Ayuda también a prevenir la caries.
- Administrar sialogogos (estimulantes farmacológicos).
- Sustitutivos salivales.
- Productos para aliviar la sequedad: geles, colutorios, dentífricos.
- Es recomendable ingerir mucha agua, hidratarse bien, evitar las bebidas que secan la boca (café, té, bebidas gaseosas), el alcohol y evitar el tabaco.
- Usar un humidificador por la noche.
- Revisar la medicación.
- La inyección de células madre para tratar la xerostomía (por ejemplo, en casos de tener dañado severamente el tejido glandular salival en pacientes tratados con radioterapia).