Mantener los espacios interdentales limpios es imprescindible para conservar sanos dientes y encías.
Existen muchas formas de limpiarse entre los dientes, por ejemplo, con hilo dental. Si no se usa el hilo dejamos de limpiar el 40% de la superficie de los dientes.
La limpieza interdental ofrece varios beneficios indudables desde el primer día. Tras la limpieza, los dientes y encías estarán más limpios porque el hilo dental permite acceder a zonas donde el cepillo de dientes no alcanza.
Debe de adquirirse practica al principio y usarlo cada día.
Además del hilo existen otros productos diseñados para limpiar entre ellos, son los cepillos interdentales. Este tipo de cepillo está provisto de una cabeza muy pequeña cilíndrica o que se estrecha en el extremo, con cerdas finas.
Resumen:
- Cepillar los dientes dos o tres veces al día durante 2 minutos como mínimo.
- Hacer una limpieza interdental diaria antes o después de cepillarse los dientes.
- El sangrado de las encías puede ser indicio de enfermedad gingival y debería cesar a los pocos días de empezar con la limpieza interdental. Si la hemorragia persiste, consultar al dentista.
- Seguir un plan de limpieza interdental, pidiendo al dentista que nos indique las zonas de la boca a las que debemos prestar más atención.