Los problemas que causan los terceros molares suelen ser, con frecuencia, problemas periodontales. Un 75% van acompañados por síntomas que hacen aconsejable su extracción. Un 45% de los pacientes presentan molares incluidos.
Los terceros molares que están incluidos o semiincluidos pueden provocar patología en la pared que comparten con el segundo molar, provocando su destrucción. También forman bolsas periodontales complicándose con pericoronitis (inflamación alrededor de la corona del molar).
Como la higiene en esta zona es muy difícil de realizar correctamente, el acúmulo de restos alimentarios puede provocar caries en el segundo molar, llegando en algunas ocasiones a la pérdida de esta pieza.
Si no se prodece a la extracción de los terceros molares, los problemas se acentúan: se desarrollan una situación de bolsas profundas por pérdida de inserción, lo cual potencia una microbiótica anaerobia que crea episodios de infecciones agudas de repetición, que evolucionan hacia una infección crónica. También puede provocar dificultad al deglutir y al comer, así como halitosis.
Lo recomendable es acudir al dentista ante la presencia de algún síntoma descrito y proceder a su extracción temprana, para evitar mayores problemas y la perdida de no solo el tercer molar sino del segundo.
Con una revisión y una radiografía panorámica, se detecta precozmente la posible patología de los terceros molares.