También conocido como ardor bucal, es más frecuente en mujeres sobre todo en periodos menopáusicos o posmenopáusicos.

Se caracteriza por una sensación de quemazón, ardor, escozor, hormigueo, adormecimiento de la mucosa bucal, dificultad para tragar, dolor (facial o dental) atípico. También se da en casos de boca seca, alteraciones del gusto o sabor metálico.

Se desconocen las causas de este síndrome.

Se aconseja eliminar todo lo que pueda provocar alergias de contacto en la boca, controlar el bruxismo, morderse partes de la boca o las uñas.

Deben solucionarse las deficiencias vitamínicas y de minerales.

Los antidepresivos tricíclicos en bajas dosis pueden ser eficaces para el tratamiento del síndrome de la boca ardiente. También se debe analizar el componente ansioso o depresivo del paciente.