Un millón de españoles vive anticoagulado, y por este motivo se ha creado un “protocolo de odontología preventiva en pacientes cardiópatas”.
Los pacientes anticoagulados se convierten en pacientes de riesgo cuando acuden a la clínica dental. Gran parte de la medicación utilizada por estos pacientes tienen efectos secundarios que complican o desencadenan patologías orales.
Un paciente anticoagulado usa antiagregantes intentando prevenir la aparición de trombos sanguíneos. Son pacientes con mayor riesgo de sangrados.
Clasificación:
Se clasifican los pacientes en 3 grupos:
- Bajo riesgo
- Riesgo moderado
- Alto riesgo.
Esta clasificación nos ayudara a saber cómo debemos de actuar al realizar los tratamientos más o menos invasivos.
Antes del tratamiento dental:
Lo correcto es tener una analítica de coagulación reciente antes del tratamiento.
Consultar con su cardiólogo, para que nos indique la pauta a seguir. Como, por ejemplo,
- Suprimir la medicación durante unos días y si sustituirla por heparina.
- Si se ha de realizar una técnica quirúrgica, que sea lo menos traumática posible.
- En caso de extracción, que se realicen el mínimo número posible.
- Etc…
Después del tratamiento dental:
Después del tratamiento, a estos pacientes se les prescribe una dieta líquida y fría durante 24h/48h, y enjuague con algún antifibrinolítico durante 2 días.
Mejor tomara paracetamol y codeína, nunca aspirina (por el riesgo evidente de aumentar el sangrado al interferir con los agregantes plaquetarios).